El estrés en el trabajo aumenta el riesgo de un ACV
Bueno, no es una gran noticia, el estrés no es bueno para la salud, y el trabajo puede ser un factor de estrés.
Pero imagínese que he encontrado un estudio reciente que pone un nombre a este riesgo: el accidente cerebrovascular, o ACV.
Gracias a este estudio chino publicado en la revista Neurology, este riesgo está incluso cuantificado: el estrés en el trabajo aumentaría en un 22% las posibilidades de ACV para los hombres y en un 33% para las mujeres…
Para identificar mejor las profesiones de riesgo, los investigadores definieron cuatro categorías en función de la carga mental, la presión y la capacidad de elección de los trabajadores.
Las categorías del estudio:
- Los empleos pasivos (conserjes o trabajadores manuales)
- Los empleos de baja presión (los arquitectos, por ejemplo)
- Los activos (médicos, docentes e investigadores)
- Los puestos expuestos al estrés (camareros, enfermeros)
Según el estudio, para los tres primeros grupos de trabajadores, no hay incidencia en un posible ACV. Sin embargo, la cuarta categoría está fuertemente afectada por el riesgo de sufrir un ACV. En comparación con las otras categorías, presentan un riesgo adicional del 22%. Para explicar esta diferencia, los investigadores mencionan malos hábitos alimenticios, el tabaquismo y la falta de ejercicio.
¡Creo que podemos concluir varias cosas!
¡El bienestar de los empleados es un asunto de salud pública! Los autores del estudio mencionan el interés de la terapia cognitivo-conductual y la necesidad de la relajación.
¡Es necesario encontrar formas de transformar estos empleos estresantes! Quizás podamos considerar, como señala este estudio, horarios flexibles, teletrabajo, una redefinición de las tareas de cada uno, etc. Se mencionan varias opciones en el estudio.
Ustedes que están en puestos expuestos al estrés, ¡cuídense bien!
La rehabilitación post-ACV
Los signos precursores de un ACV
Es esencial reconocer los signos de advertencia de un ACV para actuar rápidamente. Aquí hay algunos síntomas a tener en cuenta:
- Adormecimiento o debilidad: Especialmente de un lado del cuerpo, en la cara, el brazo o la pierna.
- Dificultades para hablar: Problemas de elocución o comprensión, a menudo acompañados de confusión.
- Pérdida de visión: Visión borrosa o pérdida de la vista en uno o ambos ojos.
- Dolor de cabeza intenso: Un dolor de cabeza repentino y severo sin causa aparente.
Si usted o alguien a su alrededor presenta estos síntomas, es crucial llamar a los servicios de emergencia de inmediato.
Prevención de ACV: Adoptar un estilo de vida saludable
La prevención de ACV pasa por un estilo de vida saludable. Aquí hay algunos consejos prácticos:
- Adoptar una alimentación equilibrada: Consuma frutas, verduras, granos enteros y reduzca los alimentos ricos en grasas saturadas.
- Practicar actividad física regular: Al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana pueden reducir los riesgos.
- Evitar el tabaco: Fumar aumenta considerablemente el riesgo de ACV.
- Controlar la presión arterial: Monitoree su presión arterial y siga las recomendaciones de su médico.
- Manejar el estrés: Practique técnicas de relajación como el yoga o la meditación.
El impacto emocional de un ACV
Un ACV puede provocar cambios emocionales significativos en las víctimas, afectando su calidad de vida. Aquí hay algunos aspectos a considerar:
- Depresión: Las personas que han sufrido un ACV pueden sentir una profunda tristeza, a menudo relacionada con cambios en su vida.
- Ansiedad: La preocupación por la recuperación y las futuras limitaciones puede generar una ansiedad persistente.
- Cambios de personalidad: Pueden ocurrir modificaciones en el comportamiento y la personalidad, afectando las relaciones con los seres queridos.
- Importancia del apoyo: El apoyo de amigos, familiares y profesionales de la salud es crucial para ayudar a superar estos desafíos emocionales.
Recursos y ayudas disponibles después de un ACV
Existen numerosos recursos disponibles para las personas que han sufrido un ACV y sus seres queridos:
- Grupos de apoyo: Unirse a grupos de apoyo puede ayudar a compartir experiencias y sentirse menos aislado.
- Terapeutas: Las terapias físicas, ocupacionales y psicológicas pueden ser beneficiosas para la rehabilitación.
- Aplicaciones de seguimiento: Utilizar aplicaciones para monitorear la salud y el progreso de la rehabilitación puede ser motivador.
- Recursos en línea: Muchos sitios ofrecen consejos, testimonios e información sobre la vida después de un ACV.
