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El termómetro de las emociones es una de las herramientas más utilizadas para ayudar a los niños a identificar, expresar y regular sus emociones. Simple pero poderoso, encuentra su lugar en muchos tratamientos logopédicos.
En este artículo, exploramos en profundidad esta herramienta: su funcionamiento, sus aplicaciones clínicas, sus adaptaciones según las poblaciones y nuestros consejos para maximizar su eficacia.
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¿Qué es el termómetro de las emociones?
Principio
El termómetro de las emociones es una escala visual graduada que permite medir la intensidad de una emoción. Así como un termómetro mide la temperatura, esta herramienta mide el “nivel emocional”.
El niño puede señalar o indicar dónde se encuentra en la escala, lo que le permite expresar su estado incluso sin las palabras para describirlo.
Formato clásico
Nuestro termómetro utiliza una escala del 1 al 5 con un código de colores intuitivo.
Nivel 1 (azul) : Muy tranquilo, relajado, sereno. “Me siento bien, todo está bien.”
Nivel 2 (verde) : Tranquilo con ligera activación. “Estoy tranquilo pero un poco atento.”
Nivel 3 (amarillo) : Alerta, tensión moderada. “Empiezo a ponerme nervioso, necesito prestar atención.”
Nivel 4 (naranja) : Fuerte emoción, dificultad de control. “Es difícil de manejar, necesito ayuda.”
Nivel 5 (rojo) : Desbordamiento, pérdida de control. “No puedo controlarme más.”
👉 Descargar el Termómetro de las emociones
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¿Por qué utilizar un termómetro de las emociones?
Desarrollar la conciencia emocional
Muchos niños tienen dificultades para identificar lo que sienten. El termómetro les ayuda a tomar conciencia de su estado interno y a nombrarlo.
Facilitar la expresión
Para los niños que tienen poco vocabulario emocional o dificultades de expresión, señalar un nivel es más fácil que encontrar las palabras.
Prevenir los desbordamientos
Al identificar los niveles intermedios (3-4), se puede intervenir antes del desbordamiento (nivel 5). El objetivo es actuar temprano, cuando la regulación aún es posible.
Objetivar el sentir
El termómetro permite comunicar claramente: “Estoy en 4” es más preciso que “Estoy enojado”. Esto facilita el diálogo con el entorno.
Seguir la evolución
Se puede observar cómo la intensidad emocional evoluciona a lo largo de una situación, de una sesión o a largo plazo.
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Aplicaciones en logopedia
Al inicio de la sesión
Comienza cada sesión preguntando al niño dónde se encuentra en el termómetro. Esto abre el diálogo sobre su estado y te permite adaptar la sesión.
“¡Hola! ¿Dónde estás en el termómetro hoy?” Si el niño está en 4, tal vez sea necesario primero un tiempo de regulación antes de comenzar el trabajo.
Durante actividades difíciles
Utiliza el termómetro para monitorear el estado emocional durante los ejercicios exigentes. Si el niño sube hacia el 4, sugiere una pausa o una actividad más ligera.
Para expresar la frustración
Las dificultades de lenguaje generan frustración. El termómetro permite al niño expresar esta frustración de manera aceptable: “Estoy en 4 porque no puedo leer esta palabra.”
En el trabajo de las emociones
El termómetro es un soporte para trabajar el vocabulario de las emociones, el reconocimiento de las señales corporales y las estrategias de regulación.
Al final de la sesión
Haz un balance: “¿Y ahora, dónde estás en el termómetro?” Esto permite medir el impacto de la sesión y terminar en una nota positiva si es posible.
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Uso según las poblaciones
TEA (Trastorno del Espectro Autista)
Las personas con TEA a menudo tienen dificultades de alexitimia (dificultad para identificar sus emociones). El termómetro ofrece un soporte visual concreto.
Consejos específicos : Asocia cada nivel a sensaciones corporales precisas (“Cuando estoy en 4, mi corazón late rápido y mis manos sudan”). Utiliza fotos o pictogramas en lugar de palabras. Practica regularmente, incluso cuando todo va bien.
TDAH
Los niños con TDAH pueden tener emociones intensas y cambiantes. El termómetro ayuda a tomar distancia y a regular.
Consejos específicos : Asocia el termómetro al termómetro de energía para distinguir entre nivel de energía y nivel emocional. Úsalo como señal: “Cuando estás en 3, es el momento de utilizar una técnica de regreso a la calma.”
👉 Descargar el Termómetro de la energía
Ansiedad
Para los niños ansiosos, el termómetro permite medir el nivel de ansiedad e intervenir antes de la crisis de pánico.
Consejos específicos : Identifica las situaciones que hacen subir el termómetro. Asocia cada nivel a estrategias de afrontamiento progresivas.
Dislalia
El estrés amplifica la dislalia. El termómetro ayuda a detectar la tensión y a reducirla.
Consejos específicos : Utiliza también la escala de tensión para un enfoque específico sobre la tensión corporal.
👉 Descargar la Escala de tensión
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Enseñar el uso del termómetro
Paso 1: Presentación
Presenta el termómetro al niño en un momento tranquilo. Explica el principio: “Es como un termómetro para las emociones. Muestra cómo te sientes por dentro.”
Paso 2: Explorar los niveles
Recorre cada nivel juntos. Pide al niño que describa cómo se siente en cada nivel. ¿Qué sensaciones corporales? ¿Qué situaciones lo ponen en ese nivel?
Paso 3: Práctica regular
Utiliza el termómetro regularmente, no solo en crisis. Pregunta varias veces al día: “¿Dónde estás en el termómetro?” Esto desarrolla el hábito de la introspección.
Paso 4: Asociar a las estrategias
Relaciona cada nivel a estrategias de regulación. “Cuando estás en 3, ¿qué puedes hacer?” Utiliza las tarjetas de regreso a la calma para proponer opciones.
👉 Descargar las Tarjetas de regreso a la calma
Paso 5: Generalización
Fomenta el uso del termómetro en todos los contextos: casa, escuela, ocio. Transmite la herramienta a los padres y a los maestros.
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Variantes y adaptaciones
Termómetro simplificado (niños pequeños)
Para los más pequeños o los niños con discapacidad, utiliza una versión de 3 niveles: verde (contento/tranquilo), amarillo (medianamente bien), rojo (muy mal).
Termómetro por emoción
Algunos niños necesitan termómetros específicos para cada emoción: termómetro de la ira, del miedo, de la tristeza. Esto afina la conciencia emocional.
Termómetro físico
Crea un termómetro gigante con un cursor móvil. El niño mueve físicamente el cursor, lo que hace que la herramienta sea más concreta y atractiva.
Versión digital
Existen aplicaciones que permiten seguir el nivel emocional a lo largo del tiempo y visualizar los patrones.
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Herramientas complementarias
Decodificador de expresiones faciales
Para aprender a reconocer las emociones en los demás.
👉 Descargar el Decodificador de expresiones faciales
Mi caja de herramientas de regulación
Para listar las estrategias personales de cada nivel.
👉 Descargar la Caja de herramientas de regulación
Cuaderno de comunicación
Para comunicar el estado emocional entre los contextos.
👉 Descargar el Cuaderno de comunicación
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Preguntas frecuentes
¿A partir de qué edad?
A partir de 3-4 años con una versión simplificada. La versión de 5 niveles generalmente es adecuada a partir de 5-6 años.
Mi paciente siempre dice “1” incluso cuando está visiblemente estresado, ¿qué hacer?
Algunos niños tienen dificultades para percibir o admitir sus emociones. Trabaja los señales corporales: “Mira, tus puños están apretados. ¿Normalmente, eso significa qué?”
¿Se puede utilizar el termómetro con adultos?
¡Absolutamente! La herramienta es adaptable a todas las edades. Con los adultos, se puede utilizar una versión más detallada (0-10) y profundizar en el análisis.
¿El termómetro reemplaza el vocabulario de las emociones?
No, lo complementa. El objetivo es enriquecer progresivamente el vocabulario emocional, utilizando el termómetro como soporte.
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Resumen
| Nivel | Color | Estado | Acción |
|——–|———|——|——–|
| 1 | Azul | Muy tranquilo | Mantener |
| 2 | Verde | Tranquilo | Continuar |
| 3 | Amarillo | Alerta | Vigilar, prevenir |
| 4 | Naranja | Fuerte | Intervenir, ayudar |
| 5 | Rojo | Desbordamiento | Seguridad, esperar |
Principio clave : ¡Intervenir en el nivel 3-4, antes del desbordamiento!
👉 Descargar el Termómetro de las emociones
👉 Descubrir todas nuestras herramientas
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Artículo redactado por el equipo DYNSEO en colaboración con logopedas y psicólogos.