Urgencias a domicilio: malestar, caida, protocolo y numeros a activar

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La ayuda a domicilio constituye un eslabón esencial en el acompañamiento de las personas mayores y de los individuos en situación de fragilidad. Cada día, miles de profesionales intervienen en el domicilio de personas vulnerables, enfrentándose a diversas situaciones que a veces pueden volverse urgentes. Saber reaccionar ante un malestar, una caída o cualquier otra situación crítica representa una competencia fundamental que todo auxiliar de vida, asistente o cuidador familiar debe dominar.

En este artículo completo, abordaremos todos los protocolos de emergencia que se deben conocer, los gestos que salvan, los números indispensables que hay que memorizar, así como las buenas prácticas para prevenir estas situaciones. Ya sea que usted sea un profesional de la ayuda a domicilio o un cuidador familiar, esta guía le acompañará en la gestión serena y eficaz de las urgencias.

Comprender los diferentes tipos de urgencias a domicilio

Las urgencias vitales: una reacción inmediata necesaria

Las urgencias vitales agrupan todas las situaciones donde el pronóstico vital de la persona está comprometido. Requieren una intervención inmediata de los servicios de emergencia y una atención médica rápida. Entre estas situaciones se encuentran:

El paro cardíaco se manifiesta por una pérdida de conocimiento brusca, la ausencia de respiración normal y la ausencia de pulso. La persona no reacciona a las estimulaciones y su tez se vuelve rápidamente pálida o azulada. Cada minuto cuenta: sin intervención, las posibilidades de supervivencia disminuyen un 10% por minuto.

El accidente cerebrovascular (ACV) se reconoce gracias al acrónimo RÁPIDO: Rostro paralizado (pídale a la persona que sonría), Asimetría de un miembro (pídale que levante ambos brazos), Problemas del habla (hágale repetir una frase simple), En urgencia llame al 15. El ACV requiere atención en el menor tiempo posible para limitar las secuelas.

La dificultad respiratoria aguda se caracteriza por una dificultad importante para respirar, labios azulados, respiración sibilante o muy rápida, y una ansiedad significativa de la persona. Puede ocurrir a raíz de una aspiración alimentaria, una crisis de asma severa o una descompensación cardíaca.

La hemorragia importante, ya sea externa (herida profunda) o sospechada interna (después de una caída violenta, dolores abdominales intensos), también constituye una urgencia vital que requiere la llamada inmediata a los servicios de emergencia.

Las urgencias relativas: vigilancia y evaluación

Las urgencias relativas son situaciones que requieren atención médica rápida pero cuyo pronóstico vital no está comprometido de inmediato. Sin embargo, requieren una evaluación precisa y a menudo un consejo médico en las horas siguientes.

Los malestares sin pérdida de conocimiento prolongada, las caídas sin traumatismo aparente grave, los dolores torácicos moderados, las dificultades respiratorias leves o los estados confusionales inusuales entran en esta categoría. La evaluación de estas situaciones requiere experiencia y discernimiento para determinar el nivel de urgencia real.

Las situaciones preocupantes: anticipar y vigilar

Ciertas situaciones, sin constituir urgencias inmediatas, deben alertar al profesional y ser objeto de una vigilancia aumentada o de un informe. Una pérdida de apetito prolongada, nuevos trastornos del comportamiento, una desorientación creciente, signos de deshidratación o una alteración del estado general son señales de alerta que no deben ser ignoradas.

La caída en la persona mayor: un evento a tomar muy en serio

¿Por qué las caídas son tan frecuentes y peligrosas?

Las caídas representan la primera causa de accidente de la vida cotidiana en las personas mayores de 65 años. En España, se estima que alrededor de 2 millones de personas mayores caen cada año, y estas caídas son responsables de más de 10,000 muertes anuales. Estas estadísticas alarmantes subrayan la importancia crucial de la prevención y la buena gestión de estos eventos.

Varios factores explican esta vulnerabilidad aumentada. El envejecimiento natural conlleva una disminución de la fuerza muscular, del equilibrio y de los reflejos. Los trastornos visuales, frecuentes con la edad, alteran la percepción del entorno. Las patologías crónicas como la artrosis, la diabetes o las enfermedades neurológicas aumentan el riesgo de caída. Finalmente, la polimedicación, común en los mayores, puede provocar efectos secundarios como mareos o somnolencia.

¿Qué hacer inmediatamente después de una caída?

Cuando descubra a una persona en el suelo o asista a una caída, la primera regla es mantener la calma. Su serenidad tranquilizará a la persona y le permitirá evaluar correctamente la situación.

Paso 1: Asegurar y evaluar el estado de conciencia

Acérquese a la persona hablándole con calma. Hágale preguntas simples: «¿Me escucha?», «¿Puede decirme su nombre?», «¿Dónde le duele?». Si la persona está consciente y responde de manera coherente, es una primera señal tranquilizadora.

Paso 2: Buscar signos de gravedad

Antes de cualquier levantamiento, es imperativo buscar signos que contraindiquen mover a la persona:

  • Dolor intenso en el cuello, la espalda o la pelvis (sospecha de fractura vertebral)
  • Deformación visible de un miembro (fractura)
  • Imposibilidad de mover un miembro
  • Pérdida de conocimiento, incluso breve
  • Confusión importante o comentarios incoherentes
  • Sangrado abundante, especialmente en la cabeza
  • Vómitos

En presencia de uno o varios de estos signos, no intente levantar a la persona. Cúbrala para evitar la hipotermia, tranquilícela y llame a los servicios de emergencia.

Etapa 3: La elevación en seguridad (si no hay signos de gravedad)

Si la evaluación no revela signos de gravedad y la persona se siente capaz de levantarse, proceda metódicamente:

1. Ayude a la persona a ponerse de lado, luego a cuatro patas

2. Acérquele una silla estable cercana

3. La persona se apoya en la silla para ponerse de rodillas

4. Coloca un pie plano, luego el otro, siempre apoyándose en la silla

5. Se endereza progresivamente hasta la posición sentada

No tire nunca de los brazos de la persona para levantarla, podría provocar una luxación del hombro o lastimarse usted mismo.

Etapa 4: Vigilancia post-caída

Aún en ausencia de signos de gravedad inmediata, pueden aparecer algunas complicaciones en las horas o días siguientes. Vigile especialmente:

  • La aparición de nuevos dolores
  • Moretones que se extienden
  • Alteraciones de la conciencia o del comportamiento
  • Dificultades para caminar

Documente sistemáticamente la caída en el cuaderno de enlace: circunstancias, hora, signos observados, medidas tomadas. Esta trazabilidad es esencial para el seguimiento médico.

La prevención de caídas: un desafío importante

La prevención de caídas se basa en varios ejes complementarios. La adaptación del hogar juega un papel crucial: eliminación de alfombras resbaladizas, instalación de barras de apoyo en los sanitarios, iluminación adecuada, almacenamiento de cables eléctricos, uso de calzado adecuado en interiores.

El mantenimiento de las capacidades físicas también es fundamental. Ejercicios adecuados permiten mantener la fuerza muscular y el equilibrio. Es precisamente con este objetivo que DYNSEO ha desarrollado programas de estimulación cognitiva y física adaptados a los mayores.

El programa EDITH propone ejercicios cognitivos que también contribuyen a la prevención de caídas. De hecho, las funciones cognitivas como la atención, la planificación y el procesamiento de información visual están directamente implicadas en la prevención de caídas. Una persona cuyas capacidades cognitivas son estimuladas regularmente estará más capacitada para anticipar obstáculos y reaccionar ante situaciones de riesgo.

El malestar: reconocer, reaccionar, alertar

Los diferentes tipos de malestares

El término “malestar” abarca realidades muy diversas, desde un simple vértigo pasajero hasta la pérdida completa de conocimiento. Comprender los diferentes tipos de malestares permite adaptar la reacción.

El malestar vagal es el más frecuente. Se caracteriza por una sensación de debilidad, sudoración, palidez, a veces náuseas, que pueden llegar hasta la pérdida breve de conocimiento. Generalmente es benigno y ocurre a menudo después de una comida copiosa, durante una posición de pie prolongada, en caso de estrés o dolor intenso.
La hipoglucemia afecta particularmente a las personas diabéticas. Se manifiesta por temblores, sudoración, un hambre intensa, confusión, e incluso pérdida de conocimiento. Requiere un aumento rápido de azúcar.
La hipotensión ortostática ocurre al pasar de la posición acostada o sentada a la posición de pie. La presión arterial cae bruscamente, provocando vértigos y riesgo de caída. Es frecuente en personas mayores, especialmente aquellas bajo tratamiento antihipertensivo.
Los malestares de origen cardíaco son los más preocupantes. Pueden anunciar un infarto de miocardio o trastornos graves del ritmo. Un dolor en el pecho, incluso moderado, asociado a un malestar siempre debe hacer sospechar un origen cardíaco.

Conducta a seguir ante un malestar

Si la persona está consciente:

1. Colóquela cómodamente, en posición acostada con las piernas elevadas (salvo en caso de dificultad respiratoria donde la posición semi-sentada es preferible)

2. Afloje la ropa que pueda dificultar la respiración

3. Ventile la habitación

4. Tranquilice a la persona y permanezca a su lado

5. Pregúntele sobre sus antecedentes, tratamientos, qué estaba haciendo antes del malestar

6. Vigile su estado: coloración, respiración, pulso si sabe tomarlo

7. Si el malestar no cede rápidamente o si aparecen signos de gravedad, llame a los servicios de emergencia

Si la persona está inconsciente pero respira:

1. Llame inmediatamente a los servicios de emergencia (15 o 112)

2. Coloque a la persona en posición lateral de seguridad (PLS)

3. Cúbrala y vigile su respiración hasta la llegada de los servicios de emergencia

4. No le dé nada de beber ni comer

Si la persona está inconsciente y no respira:

1. Llame inmediatamente a los servicios de emergencia (15 o 112)

2. Comience la reanimación cardiaca: 30 compresiones torácicas seguidas de 2 insuflaciones

3. Si hay un desfibrilador automático disponible, utilícelo siguiendo las instrucciones de voz

4. Continúe hasta la llegada de los servicios de emergencia

Los números de emergencia: conocerlos y saber cuándo usarlos

El 15: SAMU (Servicio de Ayuda Médica Urgente)

El 15 es el número a marcar como prioridad para cualquier emergencia médica. Se le pondrá en contacto con un médico regulador que evaluará la situación y decidirá la respuesta más adecuada: consejo médico, envío de un médico de guardia, de una ambulancia privada o del SMUR (Servicio Móvil de Urgencia y Reanimación).

¿Cuándo llamar al 15?

  • Malestar con pérdida de conocimiento
  • Dolor en el pecho
  • Dificultades respiratorias importantes
  • Suspición de ACV
  • Caída con signos de gravedad
  • Cualquier estado que requiera un aviso médico urgente

¿Cómo comunicarse eficazmente con el 15?

Cuando llame al 15, esté preparado para proporcionar información precisa:

  • Su nombre y su calidad (ayuda a domicilio, cuidador familiar…)
  • La dirección exacta de intervención (con código de acceso, piso, digicode…)
  • El número de teléfono donde puede ser contactado
  • La edad y el nombre de la persona
  • La descripción de la situación: ¿qué ha pasado? ¿desde cuándo?
  • El estado actual de la persona: consciente o no, respira o no, puede hablar o no
  • Los antecedentes médicos si los conoce
  • Los tratamientos en curso

No cuelgue antes de que el médico regulador se lo pida. Siga sus instrucciones y permanezca junto a la persona.

El 18: Bomberos

El 18 permite contactar a los bomberos. Intervienen en emergencias que requieren medios de rescate importantes: incendios, accidentes, personas atrapadas, pero también algunas emergencias médicas, especialmente en zonas rurales.

¿Cuándo llamar al 18?

  • Incendio o riesgo de incendio
  • Accidente de tráfico
  • Persona atrapada (como resultado de una caída, por ejemplo)
  • Fuga de gas
  • Como complemento o en lugar del 15 según las regiones y las situaciones

El 112: número de emergencia europeo

El 112 es el número de emergencia único europeo. Funciona en todos los países de la Unión Europea y permite acceder a los servicios de emergencia (policía, bomberos, SAMU). Es el número a priorizar si no sabe qué servicio llamar o si está en el extranjero.

El 114: emergencia para personas sordas o con discapacidad auditiva

El 114 es un número de emergencia accesible por SMS o aplicación. Permite a las personas sordas, con discapacidad auditiva o con dificultades para expresarse oralmente contactar a los servicios de emergencia.

Otros números útiles

  • Centro antiveneno: en caso de intoxicación por medicamentos o alimentos sospechada (el número varía según las regiones)
  • Médico de cabecera: a contactar para situaciones no urgentes pero que requieren un consejo médico
  • SOS Médicos: para una consulta médica a domicilio fuera del horario de apertura del consultorio médico
  • Farmacia de guardia: para necesidades médicas urgentes durante la noche o el fin de semana

Protocolos de emergencia: los procedimientos a implementar

La ficha de emergencia: una herramienta indispensable

Cada hogar donde interviene una ayuda a domicilio debería disponer de una ficha de emergencia claramente visible, idealmente exhibida cerca del teléfono o en el refrigerador. Esta ficha debe contener:

  • Los datos completos de la persona (nombre, apellido, fecha de nacimiento)
  • La dirección exacta con la información de acceso
  • El número de teléfono del hogar y del móvil si existe
  • El grupo sanguíneo si se conoce
  • Los antecedentes médicos importantes
  • Las alergias conocidas, especialmente a medicamentos
  • Los tratamientos en curso (adjuntar una copia de la receta)
  • Los datos del médico de cabecera
  • Los datos de las personas a notificar en caso de emergencia
  • Los números de emergencia

El cuaderno de enlace: registrar para comunicar mejor

El cuaderno de enlace es una herramienta de comunicación esencial entre los diferentes intervinientes en el hogar de la persona. Cada visita debe ser registrada con:

  • La fecha y la hora de intervención
  • Los cuidados o ayudas realizados
  • El estado general de la persona
  • Cualquier evento inusual, incluso menor
  • Las transmisiones importantes para los colegas

En caso de emergencia, este cuaderno constituye una fuente de información valiosa para los servicios de emergencia, permitiéndoles comprender la evolución reciente del estado de la persona.

La formación en primeros auxilios: una inversión crucial

Cualquier profesional de la ayuda a domicilio debería recibir formación en primeros auxilios. El PSC1 (Prevención y Socorros Civiles de nivel 1) constituye la base, pero existen formaciones más específicas para los profesionales que trabajan con públicos vulnerables.

DYNSEO acompaña a los profesionales de la ayuda a domicilio en su desarrollo de competencias gracias a formaciones adaptadas a sus necesidades específicas.

La formación « Estimular y crear vínculos con los juegos DYNSEO » permite a los profesionales adquirir competencias complementarias esenciales. Más allá de los primeros auxilios, enseña cómo mantener y estimular las capacidades de las personas acompañadas, contribuyendo así a la prevención de situaciones de emergencia. Una persona cuyas capacidades cognitivas y físicas son regularmente estimuladas estará menos expuesta a riesgos de caídas o malestar.

La gestión del estrés en situaciones de emergencia

Comprender las reacciones de estrés

Frente a una situación de emergencia, el estrés es una reacción natural y normal. Sin embargo, puede volverse paralizante si no se controla. Comprender sus manifestaciones permite gestionarlas mejor:

  • Aceleración del ritmo cardíaco
  • Temblores
  • Sensación de garganta apretada
  • Dificultades para pensar con claridad
  • Tendencia a la precipitación o, por el contrario, a la paralización

Técnicas para mantener la calma

Varias técnicas simples permiten controlar el estrés en situaciones de emergencia:

La respiración controlada: inhala lentamente por la nariz contando hasta 4, retén la respiración 4 segundos, luego exhala lentamente por la boca contando hasta 4. Esta técnica activa el sistema nervioso parasimpático y favorece el regreso a la calma.
El anclaje: concéntrate en tus sensaciones físicas inmediatas (tus pies en el suelo, tus manos, los sonidos a tu alrededor) para traerte de vuelta al momento presente y evitar la espiral ansiosa.
El discurso interior positivo: repítete mentalmente frases tranquilizadoras como “Estoy capacitado(a) para manejar esta situación”, “Voy a proceder paso a paso”, “La ayuda está en camino”.
La priorización: concéntrate en una sola tarea a la vez. En situaciones de emergencia, el orden de prioridades siempre es el mismo: proteger, alertar, socorrer.

El debriefing después de una situación de emergencia

Después de haber vivido una situación de emergencia, es importante tomarse un tiempo para “digerir” el evento. Habla de ello con tus colegas, tu responsable o un profesional de salud si es necesario. No minimices el impacto emocional que estas situaciones pueden tener en ti.

Las estructuras de ayuda a domicilio a menudo ofrecen tiempos de palabra colectivos o sesiones de supervisión que permiten intercambiar sobre las situaciones difíciles encontradas.

La coordinación de cuidados: un factor clave de seguridad

La importancia del trabajo en red

La ayuda a domicilio se inscribe en un ecosistema de cuidados y acompañamiento. La coordinación entre los diferentes intervinientes (médico de cabecera, enfermero, fisioterapeuta, ayuda a domicilio, cuidadores familiares) es esencial para asegurar la seguridad de la persona acompañada.

Las transmisiones de información entre profesionales permiten detectar precozmente los signos de alerta y prevenir situaciones de emergencia. Un cambio de comportamiento observado por la ayuda a domicilio puede ser el primer signo de una patología que el médico podrá diagnosticar y tratar antes de que empeore.

Las herramientas de coordinación

Varias herramientas facilitan la coordinación de los intervinientes:

  • El cuaderno de enlace ya mencionado
  • Las reuniones de coordinación multidisciplinaria
  • Las aplicaciones de coordinación de cuidados
  • El expediente médico compartido (Mi espacio de salud)

Prevención y anticipación: la mejor de las emergencias es la que no ocurre

La evaluación de riesgos en el hogar

Una evaluación regular de los riesgos en el hogar permite identificar y corregir los factores de peligro antes de que ocurra un accidente. Esta evaluación debe centrarse en:

El entorno físico: estado de los suelos, iluminación, desorden, accesibilidad de los espacios, equipos sanitarios, sistema de calefacción…
Los factores relacionados con la persona: capacidades de movimiento, trastornos sensoriales, trastornos cognitivos, medicación, estado nutricional…
La organización de la ayuda: adecuación del plan de ayuda a las necesidades, presencia de dispositivos de alerta (teleasistencia), conocimiento de la red de proximidad…

El papel crucial de la estimulación cognitiva

La prevención de situaciones de emergencia también pasa por el mantenimiento de las capacidades de la persona. Una persona cuyas funciones cognitivas están preservadas será más capaz de:

  • Reconocer los signos de alerta sobre su propia salud
  • Solicitar ayuda si es necesario
  • Cooperar con los servicios de emergencia
  • Seguir las instrucciones de seguridad

Es por eso que la integración de actividades de estimulación cognitiva en el acompañamiento diario es fundamental.

La Caja de herramientas de la ayuda a domicilio desarrollada por DYNSEO ofrece a los profesionales un conjunto de recursos prácticos para enriquecer su acompañamiento diario. Incluye actividades de estimulación adaptadas, fichas prácticas y consejos para crear momentos de calidad con las personas acompañadas. Al integrar estas herramientas en su práctica, los auxiliares de hogar contribuyen activamente a la prevención de situaciones de emergencia.

La teleasistencia: una red de seguridad adicional

Los dispositivos de teleasistencia permiten a las personas mayores que viven solas alertar rápidamente a los servicios de emergencia en caso de problema. Un simple botón llevado alrededor del cuello o en la muñeca permite activar una alerta transmitida a un centro de atención disponible 24/7.

Algunos sistemas más avanzados integran detectores de caídas automáticos, sensores de movimiento o incluso sistemas de inteligencia artificial capaces de detectar anomalías en los hábitos de vida.

El papel de los cuidadores familiares

Los cuidadores familiares son socios esenciales en la prevención y gestión de emergencias. Conocen íntimamente a la persona, sus hábitos, sus reacciones habituales. Su vigilancia y su capacidad para detectar cambios sutiles son valiosas.

Es importante informarles sobre los protocolos de emergencia, asegurarse de que tengan los números útiles y que sepan cómo reaccionar en caso de problema. Los momentos de transmisión entre la ayuda a domicilio y el cuidador familiar son ocasiones privilegiadas para compartir observaciones y coordinar la vigilancia.

Situaciones particulares: adaptar su respuesta

La emergencia en la persona con trastornos cognitivos

El acompañamiento de una persona afectada por la enfermedad de Alzheimer o una enfermedad relacionada presenta especificidades en situaciones de emergencia. La persona puede:

  • No comprender lo que le está sucediendo
  • No poder expresar claramente su dolor o sus síntomas
  • Estar agitada o, por el contrario, apática
  • Rechazar la ayuda o los cuidados
  • No reconocer a los intervinientes

En estas situaciones, es esencial:

  • Mantener la calma y ser reconfortante
  • Hablar suavemente, con frases cortas y simples
  • Colocarse frente a la persona, a su altura
  • Evitar los gestos bruscos
  • Explicar cada acción antes de realizarla
  • Solicitar, si es posible, la presencia de una persona que la persona reconozca

El programa EDITH de DYNSEO es particularmente adecuado para personas que presentan trastornos cognitivos. Al proponer ejercicios lúdicos y adaptados al nivel de cada uno, permite mantener el vínculo y la comunicación, incluso con personas cuyas capacidades están alteradas. Esta relación de confianza establecida a diario facilitará la gestión de las situaciones de emergencia.

La emergencia nocturna

Las emergencias que ocurren por la noche presentan dificultades particulares: oscuridad, personal reducido, fatiga del interviniente y de la persona, acceso a los cuidados más complejo.

Para los intervinientes nocturnos, es crucial:

  • Conocer perfectamente los lugares y su disposición
  • Tener una linterna al alcance de la mano
  • Tener los números de emergencia fácilmente accesibles
  • Conocer los protocolos específicos del establecimiento o del servicio
  • No dudar en llamar a los servicios de emergencia en caso de duda

La emergencia en zona rural

En zona rural, los tiempos de intervención de los servicios de emergencia pueden ser más largos. Esta realidad impone una vigilancia aumentada y una preparación reforzada:

  • Asegurarse de que la dirección sea fácilmente localizable (número visible, descripción precisa del acceso)
  • Anticipar las necesidades: botiquín de primeros auxilios completo, manta de supervivencia…
  • Conocer las particularidades locales: bomberos voluntarios, médico de guardia, vecinos que puedan intervenir rápidamente

El retorno de experiencia: aprender de cada situación

El análisis de los eventos no deseados

Cada situación de emergencia, ya sea bien o mal gestionada, es una oportunidad de aprendizaje. El análisis posterior permite identificar:

  • Lo que funcionó bien
  • Lo que podría haberse mejorado
  • Los factores que contribuyeron a la ocurrencia del evento
  • Las medidas preventivas a implementar

Este enfoque de mejora continua contribuye a la calidad y a la seguridad del acompañamiento.

El intercambio de buenas prácticas

Los retornos de experiencia deben ser compartidos dentro de los equipos y las estructuras. Las reuniones de servicio, las formaciones internas y los grupos de análisis de prácticas son espacios privilegiados para estos intercambios.

Conclusión: estar preparado para proteger mejor

La gestión de emergencias en el hogar es una competencia que se adquiere y se mantiene. Se basa en tres pilares fundamentales: el conocimiento (de los gestos, de los protocolos, de los números de emergencia), la preparación (equipamiento, organización, anticipación) y la actitud (calma, método, humanidad).

Como profesional de la ayuda a domicilio, a menudo eres la primera persona en detectar un problema y en intervenir. Esta responsabilidad es grande, pero no estás solo: formas parte de una cadena de cuidados y de rescate cuyo cada eslabón es esencial.

Sin embargo, la prevención sigue siendo la mejor de las estrategias. Al contribuir al mantenimiento de las capacidades físicas y cognitivas de las personas que acompañas, al velar por su seguridad a diario, al detectar precozmente los signos de alerta, reduces significativamente el riesgo de que ocurra una emergencia.

DYNSEO se compromete al lado de los profesionales de la ayuda a domicilio para acompañarlos en esta misión. A través de sus programas de estimulación cognitiva como EDITH, su formación dedicada a los profesionales y su caja de herramientas práctica, DYNSEO proporciona recursos concretos para un acompañamiento de calidad, preventivo y benevolente.

Nunca olvides: tu presencia, tu vigilancia y tu profesionalismo marcan la diferencia en la vida de las personas que acompañas. Cada día, a través de tu acción, contribuyes a su seguridad y a su bienestar.

Recursos complementarios DYNSEO:

  • Caja de herramientas de la ayuda a domicilio

Artículo redactado por DYNSEO, especialista en soluciones digitales para el bienestar y el acompañamiento de los trastornos cognitivos.

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