Parkinson y trastornos del habla: Técnicas y herramientas para comunicarse mejor

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La comunicación es un puente que construimos cada día para conectarnos con los demás. Cuando la enfermedad de Parkinson entra en escena, este puente puede parecer más frágil, más difícil de cruzar. Los músculos que utilizamos para hablar, articular y dar voz también se ven afectados por los cambios que la enfermedad impone al cuerpo. La palabra, que antes era fluida y espontánea, puede convertirse en una fuente de frustración y aislamiento.

En nuestra opinión, cada persona tiene el derecho de hacer oír su voz y de mantener ese vínculo tan precioso con sus seres queridos. Por eso desarrollamos herramientas y compartimos conocimientos para ayudar a fortalecer este puente. Este artículo tiene como objetivo informarle sobre los trastornos del habla relacionados con la enfermedad de Parkinson y, sobre todo, presentarle técnicas concretas y herramientas, incluidas nuestras aplicaciones, para acompañarle a usted y a sus seres queridos en el camino hacia una mejor comunicación.

Antes de buscar soluciones, es esencial comprender por qué se ve afectado el habla. No se trata de un problema de comprensión o de vocabulario, sino de un desafío motor. Es como si el director de orquesta (el cerebro) tuviera dificultades para dar instrucciones claras y sincronizadas a sus músicos (los músculos del habla).

¿Por qué se ve afectado el habla?

La enfermedad de Parkinson se caracteriza por una disminución de la producción de dopamina, un neurotransmisor crucial para el control de los movimientos. Esta carencia provoca los síntomas motores bien conocidos como la lentitud (bradicinesia), la rigidez y los temblores.

Sin embargo, el habla es uno de los actos motores más complejos que realizamos.

Moviliza con una coordinación perfecta más de un centenar de músculos: los del diafragma para la respiración, las cuerdas vocales para el sonido, la lengua, los labios y las mejillas para la articulación.

Cuando estos músculos se vuelven más rígidos y menos reactivos, todo el mecanismo se bloquea. La respiración es menos potente, la voz pierde volumen, las palabras se articulan menos claramente entre sí. El término médico para describir este conjunto de síntomas es dificultad del habla hipocinética, donde “hipo” significa “menos” y “cinético” se refiere al movimiento.

Las manifestaciones comunes: la voz que se apaga

La dificultad del habla hipocinética puede manifestarse de varias maneras, que varían de una persona a otra. Reconocer estos signos es el primer paso para actuar.

A continuación, se presentan los síntomas más frecuentes:

  • Una voz débil (hipofonía): A menudo es el primer signo. La persona habla a un volumen muy bajo, como si estuviera susurrando, y tiene dificultades para hacerse oír, especialmente en un entorno ruidoso. A menudo no es consciente de que está hablando tan suavemente.
  • Un habla monótona: La melodía de la frase desaparece. La entonación se vuelve plana, sin las variaciones de tono que permiten expresar emociones o marcar la diferencia entre una pregunta y una afirmación.
  • Una articulación imprecisa: Las consonantes se “comen”, las sílabas se superponen, dando la impresión de que la persona murmura. Las palabras se vuelven borrosas y difíciles de descifrar para el interlocutor.
  • Un ritmo del habla alterado: El ritmo puede ser demasiado lento, con vacilaciones, o, más paradójicamente, acelerarse de manera incontrolada (festination), como si las palabras se agolparan para salir.
  • Una voz ronca o temblorosa: La calidad de la voz misma puede cambiar, volviéndose más susurrante o inestable.

Estas dificultades pueden hacer que la conversación sea agotadora, tanto para la persona que habla como para la que escucha, llevando a veces a un repliegue sobre sí mismo.

Estrategias y técnicas para mejorar la comunicación en el día a día

Afortunadamente, existen muchas estrategias para contrarrestar estos efectos y retomar el control de su habla. La clave es un trabajo regular, combinando el acompañamiento de un profesional con ejercicios diarios y adaptaciones del entorno.

El papel central del logopeda

El logopeda (o fonoaudiólogo en Bélgica y Suiza) es su mejor aliado en este camino. Este profesional de la salud está especializado en los trastornos de la comunicación y la deglución. Después de una evaluación completa, él o ella establecerá un programa de rehabilitación personalizado.

Uno de los métodos más reconocidos y efectivos es el método LSVT LOUD (Lee Silverman Voice Treatment). Su principio es simple pero poderoso: “Pensar en voz alta para hablar en voz alta”. El objetivo es reeducar al cerebro para producir una voz más fuerte y clara al concentrarse en un solo objetivo: la intensidad vocal. A través de ejercicios intensivos, la persona reaprende a calibrar su voz para que sea percibida a un volumen normal por los demás. El logopeda es el guía indispensable para aplicar este método y muchas otras técnicas.

Ejercicios para practicar en casa

La rehabilitación no se detiene en la puerta del consultorio. Al igual que en un deporte, el entrenamiento diario es fundamental para mantener lo aprendido. Aquí hay algunos tipos de ejercicios, que debe validar con su logopeda, que puede integrar en su rutina.

  • Ejercicios de respiración: Una voz fuerte comienza con una respiración potente. Practique la respiración abdominal: sentado o acostado, coloque una mano sobre su abdomen. Inhale profundamente por la nariz sintiendo que su abdomen se infla, luego exhale lentamente por la boca controlando la salida del aire.
  • Ejercicios vocales: Haga “calentar” su motor vocal. Mantenga una vocal como “ahhhh” el mayor tiempo y con la mayor fuerza posible. Haga escalas, subiendo y bajando en agudos y graves para trabajar la melodía de su voz.
  • Ejercicios de articulación: Desentumezca los músculos de su boca. Exagere los movimientos de sus labios y lengua al pronunciar sílabas (“pa-ta-ka”, “la-la-la”). Lea un texto en voz alta articulando cada palabra de manera muy marcada.

Adaptar su entorno y sus hábitos

A veces, pequeños cambios en nuestros hábitos pueden hacer una gran diferencia. Se trata de crear condiciones óptimas para la comunicación.

  • Reduzca el ruido de fondo: Apague la televisión o la radio antes de comenzar una conversación.
  • Enfréntese a su interlocutor: El contacto visual ayuda a la comprensión y permite que el otro lea en sus labios.
  • Tómese su tiempo: Piense en lo que quiere decir antes de hablar. Haga pausas entre las frases para recuperar el aliento.
  • Anuncie el tema: Comience con una frase simple para introducir el tema de la conversación, esto ayudará a su interlocutor a seguir.

El apoyo de la tecnología: nuestras herramientas para acompañarle

Parkinson y trastornos del habla

Hoy en día, la tecnología ofrece soluciones innovadoras para complementar el trabajo realizado con el logopeda. En nuestra empresa, hemos desarrollado aplicaciones específicamente pensadas para ser compañeros de entrenamiento, lúdicas y efectivas. No reemplazan al terapeuta, pero son una excelente manera de continuar el trabajo en casa, de manera autónoma y motivadora.

EDITH & JOE: un entrenamiento cerebral adaptado y estimulante

El habla no es solo una cuestión de músculos. También depende de nuestras capacidades cognitivas: la atención para mantenerse concentrado en la conversación, la memoria para encontrar las palabras, la planificación para estructurar las frases. Sin embargo, la enfermedad de Parkinson también puede afectar estas funciones.

Es aquí donde interviene nuestro programa de entrenamiento cerebral Edith & Joe. Diseñado en colaboración con profesionales de la salud, ofrece juegos cognitivos adaptados, que estimulan de manera específica las diferentes funciones ejecutivas. Muchos pacientes con enfermedad de Parkinson, así como sus logopedas, utilizan Edith & Joe como una herramienta complementaria. Al trabajar en la concentración, la velocidad de procesamiento de la información o la flexibilidad mental, la persona refuerza las bases cognitivas necesarias para una comunicación más fluida. Es como mantener la sala de control del cerebro para que las órdenes enviadas a los músculos del habla sean más claras y rápidas. La aplicación se convierte en un verdadero entrenador personal, disponible en cualquier momento para una sesión de entrenamiento.

La Bille Roule: más allá del habla, la motricidad fina

La enfermedad de Parkinson es un deterioro global del sistema motor. Si Edith & Joe se centra en el cerebro, nuestra aplicación La Bille Roule se dirige más específicamente a la motricidad fina, especialmente la de la mano y la muñeca. ¿Cuál es el vínculo con el habla? El vínculo es doble.

Primero, trabajar la precisión y la coordinación de los gestos en una tableta con un lápiz digital contribuye a una estimulación motora general. Este entrenamiento de la destreza puede ayudar a mantener un mejor control motor general, lo que es beneficioso para todas las actividades, incluida el habla.

En segundo lugar, cuando el habla es particularmente difícil, la escritura puede convertirse en un medio de comunicación alternativo esencial.

La micrografía (escritura que se vuelve cada vez más pequeña e ilegible) es un síntoma común de la enfermedad.

Practicar con La Bille Roule ayuda a combatir este fenómeno trabajando la amplitud y la fluidez del gesto de escritura. Mantener la capacidad de escribir, ya sea en papel o en una tableta, es conservar un canal de comunicación valioso y preservar su autonomía.

La importancia del compañero de comunicación

La comunicación es un baile en pareja. La persona con enfermedad de Parkinson hace esfuerzos considerables para expresarse, pero la calidad del intercambio también depende enormemente de la actitud de su interlocutor. Los seres queridos, la familia y los cuidadores tienen un papel crucial que desempeñar.

Consejos para los seres queridos y cuidadores

Ser un buen compañero de comunicación es, ante todo, mostrar paciencia y empatía. Su apoyo puede transformar una conversación frustrante en un momento de intercambio exitoso.

  • Sea paciente: Deje que la persona termine sus frases. No la interrumpa y no hable en su lugar, incluso si cree adivinar el final. Esto puede ser infantilizante y desalentador.
  • Escuche activamente: Muestre que está atento manteniendo contacto visual y asintiendo con la cabeza.
  • No dude en pedir que repita: Hágalo de manera amable. Diga “No entendí bien el final de tu frase, ¿puedes repetirlo?” en lugar de “¿Qué?”.
  • Reformule: Repita lo que ha entendido con sus propias palabras. Esto permite validar la comprensión y corregir malentendidos sin que la persona tenga que repetir todo.
  • Haga preguntas cerradas: Si la conversación es difícil, opte por preguntas que requieran una respuesta de “sí” o “no” para facilitar el intercambio.
  • Tenga en cuenta la fatiga: Hablar requiere un esfuerzo inmenso. Elija los momentos del día en que la persona esté más en forma para abordar temas importantes.

Mantener el diálogo y la conexión social

El mayor riesgo de los trastornos del habla es el aislamiento. El miedo a no ser comprendido o a ralentizar la conversación a veces lleva a las personas a callar y evitar las interacciones sociales. Es fundamental luchar contra esta tendencia. Siga incluyendo a su ser querido en las conversaciones, pídale su opinión, comparta momentos de convivialidad. La comunicación no verbal: una sonrisa, un gesto, una presión en la mano, es igualmente importante para mantener el vínculo.

Hacia un enfoque global y positivo

Vivir con los desafíos del habla que plantea la enfermedad de Parkinson no es una fatalidad. Es un camino que requiere compromiso, pero en el que nadie debería sentirse solo.

La unión hace la fuerza: paciente, logopeda y tecnología

El éxito se basa en una alianza entre tres pilares. Primero, la implicación de la persona misma, a través de su motivación y la práctica regular de los ejercicios. Luego, la experiencia del logopeda, que establece el diagnóstico correcto, fija objetivos alcanzables y guía la rehabilitación. Finalmente, el apoyo de la tecnología, como nuestras aplicaciones Edith & Joe y La Bille Roule, que actúa como una extensión del trabajo terapéutico, ofreciendo un entrenamiento accesible, motivador y personalizado en el día a día.

Nuestras herramientas no son varitas mágicas, sino compañeros de viaje diseñados para darle más poder sobre su día a día, para ayudarle a trabajar en sus capacidades y para fortalecer la colaboración con su equipo de atención médica.

Vivir plenamente con la enfermedad de Parkinson

La comunicación es como un músculo. Con la enfermedad de Parkinson, este músculo puede debilitarse, pero con el entrenamiento adecuado, las estrategias correctas y el apoyo del entorno, es posible fortalecerlo y mantenerlo activo. Habrá días más fáciles que otros, conversaciones fluidas y momentos de frustración. Lo importante es no rendirse, celebrar cada pequeña victoria y recordar que cada palabra pronunciada, cada frase compartida, es una victoria sobre la enfermedad y un puente sólido hacia aquellos que ama. Estamos a su lado para ayudarle a construir y mantener estos puentes, día tras día.

En el artículo “Parkinson y trastornos del habla: Técnicas y herramientas para comunicarse mejor”, es esencial comprender cómo los trastornos neurológicos pueden afectar la comunicación. Un artículo relacionado que podría interesar a los lectores es el sobre la gestión de los comportamientos de los pacientes con enfermedad de Alzheimer. Este artículo, disponible en el sitio de Dynseo, explora estrategias para abordar los problemas de comportamiento asociados con esta enfermedad. Para saber más, puede consultar el artículo siguiendo este enlace. Nuestra guía para acompañar a las personas con Parkinson https://www.dynseo.com/accompagner-personnes-vivant-avec-parkinson/

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