Acerca de este curso
Ayudar a un adulto con síndrome de Down a gestionar sus emociones
Acompañar rabias, frustraciones, ansiedad e hipersensibilidad en el día a día
👨👩👧 Público objetivo Padres, cuidadores, profesionales y personas cercanas que acompañan a un adulto con síndrome de Down, que desean comprender mejor sus reacciones emocionales intensas y ayudarle a desarrollar sus capacidades de regulación.
⏱️ Duración Formación completa dividida en 5 módulos progresivos
💻 Modalidades Formación 100 % en línea, accesible desde su ordenador o tableta. Progresas a tu ritmo, cuando lo desees, sin restricciones de horario.
Lo que vas a aprender
Los adultos con síndrome de Down viven sus emociones con una intensidad particular. Esta característica no es un capricho ni un comportamiento inmaduro, sino el resultado de factores neurológicos y de desarrollo que persisten en la edad adulta. Comprender estos mecanismos es el primer paso para acompañar con acierto y respeto.
Esta formación te proporciona claves concretas para entender el mundo emocional del adulto con síndrome de Down. Descubrirás por qué las emociones son a veces tan intensas: desarrollo diferente de la corteza prefrontal, frustración comunicativa, hipersensibilidad sensorial, dificultad para descifrar los códigos sociales, conciencia aguda de su diferencia. Aprenderás a identificar los desencadenantes frecuentes y a detectar las señales de advertencia de una crisis.
Tendrás herramientas prácticas para ayudar al adulto a expresar sus emociones: soportes visuales adaptados a la edad adulta, desarrollo del vocabulario emocional, rutinas de regulación. Sabrás cómo gestionar las crisis emocionales manteniendo un marco firme pero respetuoso con la dignidad del adulto, y cómo acompañar la fase post-crisis para convertirla en una oportunidad de aprendizaje.
Finalmente, construirás un entorno predecible y seguro que prevenga los desbordamientos, al tiempo que desarrollas la confianza emocional de la persona a largo plazo.
Al finalizar esta formación, serás capaz de:
- Comprender por qué las emociones son a veces intensas: desarrollo diferente de la corteza prefrontal, desajuste entre sentimiento y expresión (frustración comunicativa), hipersensibilidad sensorial (ruidos, multitudes, luces), dificultad para descifrar los códigos sociales implícitos, conciencia aguda de su diferencia y heridas acumuladas
- Identificar los desencadenantes frecuentes: fatiga física y cognitiva (ESAT, salidas), imprevistos y cambios de rutina, incomprensiones y situaciones sociales complejas, transiciones entre actividades o entornos, sobrecarga sensorial, frustraciones relacionadas con la autonomía, problemas relacionales y afectivos, ansiedad relacionada con la salud y el envejecimiento
- Detectar las señales antes de la crisis: señales físicas (hombros tensos, puños apretados, respiración acelerada), cambios de comportamiento (inquietud o reclusión, evitación de la mirada), modificaciones en la comunicación (tono modificado, repeticiones compulsivas), reacciones desproporcionadas, verbalizaciones de incomodidad
- Utilizar soportes visuales adaptados al adulto: emoticonos con rostros realistas y emociones matizadas, escala de estrés sobria, aplicaciones para smartphone para seguir el estado de ánimo, pictogramas de situaciones, tarjetas de necesidades — presentarlas como ayudas a la comunicación, no como herramientas infantiles
- Desarrollar el vocabulario emocional: partir de lo existente, modelar la expresión emocional, poner palabras a las emociones observadas, utilizar los medios (películas, series), introducir matices, vincular emociones y sensaciones corporales
- Establecer rutinas de regulación: espacio de retiro accesible libremente (refugio, no castigo), técnicas de respiración (abdominal, cuadrada 4-4-4-4), actividad física regular, actividades sensoriales relajantes, tiempo de descompresión, evaluación emocional regular
- Gestionar las crisis con un marco firme pero respetuoso: asegurar la seguridad como prioridad, mantener la calma (respirar, bajar el tono, ralentizar los gestos), mantener los límites con respeto a la dignidad del adulto, adaptar su postura (abierta, no confrontativa), lenguaje simple y tranquilizador, respetar las necesidades individuales, no castigar la crisis
- Aplicar técnicas de retorno a la calma: respiración guiada (mostrar el ejemplo, contar en voz alta), movimiento (caminar, sacudir, estiramientos), presión profunda (abrazo firme, manta pesada), aislamiento voluntario en un espacio tranquilo, agua (beber, mojar la cara, ducha tibia), redirección de la atención
- Acompañar la fase post-crisis: dejar tiempo para la recuperación, acoger las emociones post-crisis (llantos, vergüenza, culpa), debriefing respetuoso para identificar el desencadenante sin culpabilizar, explorar las alternativas juntos, separar la emoción del comportamiento
- Valorar los progresos de manera adulta: celebrar los pequeños pasos (verbalización del malestar, retiro antes de la crisis), reconocer los esfuerzos sin tono condescendiente, involucrar a la persona en la autoevaluación, no comparar, aceptar los altibajos
- Crear un entorno predecible y seguro: planificación visual adaptada al adulto (agenda, aplicación), prevenir los cambios lo antes posible, rituales de transición, estabilidad de las personas de referencia, preparar nuevas experiencias (fotos, videos, visitas preparatorias)
- Anticipar situaciones difíciles: listar situaciones de riesgo recurrentes, crear escenarios sociales para cada situación, preparar la caja de herramientas (auriculares, música, objeto sensorial), briefing antes de la situación, introducción progresiva, siempre tener un plan B
Te llevarás herramientas concretas: modelo de diario de episodios emocionales, escala visual de estrés de 1 a 5, técnicas de respiración guiada, cuadrícula para detectar señales de advertencia, escenarios sociales para situaciones difíciles, estrategias de debriefing post-crisis.
Bonus: Descubrimiento de la aplicación JOE, tu entrenador cerebral — más de 30 juegos de estimulación cognitiva para adultos, niveles adaptables para avanzar sin frustración, actividad gratificante integrable en una rutina diaria relajante, modo a dos para momentos de complicidad
Contenido del curso
Módulo 1 – Comprender las emociones en el adulto con trisomía
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Lección 1: Por qué las emociones a veces son intensas
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Lección 2: Los desencadenantes frecuentes
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Lección 3: Cómo identificar las señales antes de la crisis